domingo, mayo 21, 2006

¡Voy hacia la cima!

Nueva entrada sobre un dorama, pero esta vez con mucha referencia al anime. En la Edad Dorada del anime televisivo, allá por principio de los años 90, las entonces recien nacidas cadenas privadas tenían que llenar horas y horas de programación. ¿Cómo? Como podían, desde las Mamachichos, al Juego de la Oca, pasando por Pressing Catch. Pero sobre todo, las mañanas de esas cadenas de llenaban de anime y más anime. Las mejores series de todos los tiempos desfilaban por las pantallas y nosotros no lo sabíamos.


Una de esas series que pasó de puntillas por la televisión fue una sobre cierta muchachita que jugaba al tenis. El paso no fue tan de puntillas, ya que años después muchísima gente sigue recordando a la muchachita y cantando el opening en español de la serie, que decía algo como "Marta, Marta, al vuelo golpeas la bola...". A la muchachita la llamaban Marta Nolan (en el original Hiromi Oka), y la serie se tituló aquí Raqueta de Oro. Para todos aquellos que quieran recordar la serie y esa estética setentera inconfundible, recomiendo la excelente página La Sede de Raqueta de Oro. Sólo decir que yo idolatraba a Jeremías O'Connor.


Lo que he encontrado, gracias a Jtv-Drama, es la versión en imagen real de la serie que pudimos ver en España. Su título original es Ace ô Nerae y es una serie sencillita, pero que me trae recuerdos imborrables de esas mañanas de anime. La protagonista, Hiromi Oka, es bastante más pava que en la serie que yo recuerdo, y se pasa el tiempo tirada por el suelo, recibiendo pelotazos y suspirando "Kochi", "Ochôfujin" o "Tôdô-san". Para matarla. Con eso y con todo, es muy entretenida y logra sacar interés a una trama que no cuenta con grandes golpes narrativos ni nada por el estilo. La tal Hiromi tiene un talento que nadie ve, excepto el entrenador Jin (Jeremías) Munagata, el cual sin duda a causa del consumo de psicotrópicos se convence de que la niña va a ser la nueva Kimiko Date, por lo menos. Nadie le hace ni caso pero, como tiene muy mal genio, le siguen la corriente. La niña va entrenando, recibiendo pelotazos, jugando partidos y blablabla. El resto es fácilmente imaginable.



Y una curiosidad: la actriz que encarna a Hiromi, Aya Ueto (que por cierto, también es cantante la niña), tambien protagoniza otro dorama de aire deportivo, Attack Nº1, el cual es más conocido en España por La Panda de Julia, otro de esos animes que llenaron nuestras mañanas y nuestros videos. ¿Casualidad o destino? Quien sabe. Por último, aquí dejo un clip con el opening del dorama. ¡Qué lo disfrutéis!




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viernes, mayo 12, 2006

De cadena en cadena

He pasado varios días aferrado a una vana esperanza y al mando a distancia de mi flamante decodificador de televisión digital terrestre (TDT). El mando se ha quedado sin pilas y yo sin esperanza, ya que el continuo zappeo no ha dado los resultados que esperaba. De las titantas cadenas nuevas que el chisme TDT sintoniza, no hay ni una dedicada a la animación. No es que lo esperase, claro, pero siempre queda la curiosidad de ver si la flauta suena.

He visto mucho anime suelto, eso sí. En Onda 6, por ejemplo, he visto episodios de Hunter x Hunter, que no me gustaba antes ni me gusta ahora. He conseguido grabar enterita Ghost in the Shell SAC y Shamurai Shamploo de la Cuatro. He conseguido ver algún minuto suelto de las series que La Sexta emite los fines de semana (Noir, Eatman y Wolf's Rain). ¡Ah! Y he visto mucho capìtulo de Shin-chan en el tercer canal de Antena 3, Antena. Neox. Poca cosa, la verdad.

Y es que tenía la esperanza, ya no de encontrarme un canal dedicado a la animación en exclusiva, que hace tiempo que dejé de creer en los Reyes Magos, sino de uno que tuviese una programación infantil y juvenil decente. Echo mucho de menos encontrar una cadena que no renuncie al público más joven para captar a las marujas del mundo a base de talk shows, tertulias del corazón y reportajes casposos. Únicamente La2 y alguna autonómica mantienen programación más o menos adecuada a esa hora. Me da pena por esos niños que no conocerán esas tardes de bocadillo de chorizo frente a la televisión para ver los payasos de la tele. Vale, el DVD será muy cómodo, pero nunca podrá sustituir a ese cosquilleo de saber que tenías que acabar corriendo los deberes para ver la serie que te gustaba.

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