Exposición

Aunque tarde, no quiero dejar de reseñar la curiosa exposición que se puede ver en Cámara Oscura, una de esas galerías de arte de la calle Alameda de Madrid (en el triángulo de los museos), llamada "Fandomania" de la fotógrama estadounidense Elena Dorfman. La exposición la componen nada menos que fotos de gente dedicada al Cos-play que asistían al Salón del Manga de Barcelona entre 2005 y 2007. ¡Los frikis como muestra de arte! ¡El Cos-play considerado expresión artítica! Las cosas que hay que ver.

Y el Oscar será para...

Y como todos los años, llegan los Oscars y la curiosidad por ver los largometrajes de animación nominados a la Mejor Película. Este años no hay presencia nipona, pero sí una película que sobresale por muchos motivos. Estoy hablando de Persepolis, que está basada en la novela gráfica del mismo nombre creada por Marjane Satrapi. No hay mucho más que añadir por mi parte, ya que si hay justicia en este mundo y los miembros de la Academia tienen un mínimo de buen gusto, el premio está más que adjudicado. Mi peor miedo es que les entre el ataque de colitis y prefieran premiar a la muy inferior, aunque a ratos divertida, Ratatouille. La próxima semana saldremos de dudas.

ACTUALIZACION 06/03/08: Vale, le dieron el Oscar a Ratatouille. No contaba con que estaba nominada en otras dos categorías, por lo cual, por esas reglas no escritas de la Academia, el Oscar era seguro. Peor para ellos.

Cuento japonés

Uno de los tics que me han quedado como otaku es que, en cuanto oigo un nombre japonés o que suene a japonés, la antena de mi oido se dispara y no paro hasta saber de qué o de quién estaban hablando. Por supuesto, lo que yo creo que es japonés en un principio, luego puede resultar congoleño o de Manta (Ecuador), pero en este caso sí que era nipón. Me refiero al jugador de futbol Masakatsu Sawa, autor del único gol del partido Cienciano-Wanderers correspondiente a la fase previa de la Copa Libertadores.

La historia de este chico es la de un Oliver Aton cualquiera, que en vez de a Brasil, se fue a Argentina para, sin tener ni idea de español, ponerse a jugar en las categorías inferiores de River Plate con 17 añitos. Ahora juega de titular con el equipo cuzqueño y puede pasear su palmito por la competición de clubes más importante de Hispanoamérica. ¿Acaso no es el sueño de todos los japoneses adoradores de Tsubasa? Ganbate kusasai, Sawa-kun!